Javier Ruiz se mueve como pez en el agua en el peculiar mundo paralelo de los festivales de cortometrajes; aquí y más allá de nuestras fronteras. Derrocha simpatía, desparpajo, verborrea y, lo más importante, sincera humildad. Pero ojo, vive su momento de gloria al máximo, como corresponde al autor de Treitum, el corto más premiado de la historia del cine español, superando ya el medio centenar de galardones nacionales e internacionales. Por mencionar sólo los más recientes: Premio del Público (Curtficcions 2002), 3er premio y Premio al Mejor Sonido (XV Certamen de Cortometrajes de Carabanchel) y Premio del Público y al Mejor director (25 Rencontres Internacionales Henri Langlois). Y sigue. Ruiz se formó durante cuatro años en la prestigiosa Escola de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC), en Barcelona. Allí se especializó en montaje, pero afrontó el reto de escribir y dirigir su proyecto final de carrera. «Lo que tienen de bueno las escuelas de cine es que en ellas encuentras con gente con tus mismos intereses y objetivos. El autodidactismo está muy bien pero si , como era mi caso, no conoces a nadie del mundillo, pienso que la escuela es un buen lugar para conocer gente con esos intereses comunes. En este sentido, en la ESCAC encontré exactamente lo que buscaba: rodar con un equipo de profesionales que, además, ahora son amigos.»
Con ellos, Ruiz sacó adelante «Treitum», un auténtico soplo de aire fresco en el panorama del cortometraje estatal, aquejado en exceso de proyectos sustentados en guiones pobres y ridículamente pretenciosos. La historia de Treitum es la historia de nuestra vida, de nuestra infancia. Las vacaciones de verano: la pandilla, los primeros amores, el acoso de los chavales mayores, la incomprensión familiar… Una divertidísima historia de amistad traicionada y superación personal. «En un viaje con varios amigos, uno de ellos nos contó su patética infancia rodeado de unos niños que él denominaba Treitums que, en lugar de producirnos el efecto que buscaba, usease compasión, nos provocó enormes carcajadas. Como yo tenía que presentar un guión en breve y me apetecía rodar una comedia decidí, previo permiso del afectado, contar la historia con el máximo respeto y cariño hacia mi amigo. Ahora, sin embargo, no puede evitar las lágrimas de emoción al ver su vida reflejada en celuloide. Lo bueno de rodar una comedia como «Treitum» es que la experiencia que la envuelve siempre suele ser positiva, desde un rodaje divertidísimo a la inmediatez y sinceridad del público que la contempla. Si rie es que funciona y si no es que es fallida.»
Ruiz fue sometido por el abajo firmante a un puñetero cuestionario del que logró salir más que airoso. Lean, lean: ¿Existen las groupies en el mundo del cine? «Creo que puedo afirmar sin miedo a equivocarme que no». ¿Caerás en el síndrome «Evilio vuelve» o te lanzarás de una vez a por el largo? «Un largo dura 10 veces más que un corto pero es 1000 veces más complejo, sobre todo en lo que a guión se refiere, en cualquier caso el reto está ahí precisamente y lo que no voy a hacer es no intentarlo». ¿Los premios son como los Donettes, que cuando los sacas te salen amiguetes por todas partes? «La diferencia con los Donetes es que con los premios también te salen enemigos». ¿Director favorito? «Son tantos, pero diré dos muy diferentes: el maestro Carpenter, un anciano que aún tiene los huevos de rodar y con testosterona pura además, con su fundamental peli «Asalto a la comisaría del distrito 13», y el genio Woody Allen, por realizar obras maestras como churros, como «Sombras y Niebla», por decir una. Y un español: Berlanga». ¿»El club de los cinco» o «Los Goonies»? «El club de los cinco, que tiene la virtud de reunir a cinco actores en su día a cual más mítico y hoy condenados al mayor ostracismo». Gynger Lynn o Traci Lords? «Gynger Lynn siempre ha tenido mayores cualidades interpretativas». ¿Peli favorita? «Aquí si que me es imposible contestar una. Voy a decir las primeras que me vienen a la cabeza: «Uno de los nuestros», «Annie Hall», «La cosa», «El verdugo», «Los cuatrocientos golpes», «Grupo salvaje», «El apartamento», «El protegido», «2001»… Como verás, un cocktel bastante variadito de obras maestras». Y la pregunta del millón: ¿Corto español del 2001? «Para no tirarme piedras contra mi propio tejado voy a decir dos que ya no están en circulación: «Bailongas» y «15 días».
Texto: Roger Estrada
Publicado en Mondosonoro (2002)