Yago, Martí, Pol y Martín se conocieron estudiando cine en la reputada ESCAC de Barcelona. Allí descubrieron que, además de su pasión por ver y hacer cine, compartían también otra quizá más enfermiza: escuchar y tocar música. Como tantos otros jóvenes grupos de Barcelona, Reikiavik o Kuala Lumpur, Mujeres surgen por la incontenible necesidad de sus integrantes de aislarse del mundanal ruido para crear uno propio con el que pasarlo bien, comunicar y compartir. Pero en su caso, el tránsito del local de ensayo a escenarios de relumbrón ha sido tan fulgurante que, si produce vértigo visto desde fuera, imagínense ustedes visto desde el ojo del huracán. Del último año sin apenas descanso, de la presión del “entorno” (musical, que también existe en Barcelona), del difícil equilibrio entre la fidelidad al undeground y el coqueteo con los departamentos de marketing o de cómo desearían que ustedes, queridos lectores, recibieran su primer disco Mujeres (Sones), hablamos con el 50% de un grupo necesario se mire por donde se mire.
¿Cómo fue la puesta en común de las influencias que atesorabais los cuatro y que llevaron a la gestación del “sonido Mujeres”?
Yago: Los cuatro compartíamos un gusto similar por lo retro y por el punk y vimos que en Estados Unidos había un montón de grupos que, aunando garaje y cierto tinte de modernidad, estaban haciendo ruido y montándoselo estupendamente. Vimos que era posible y, además, barato.
Martín: En aquel momento Black Lips eran el grupo que mejor sintetizaba ese espíritu con el que nos identificábamos tanto por su rabiosa mirada al pasado, a cierto sonido 60’s, como por sus curradísimas armonías vocales.
Las referencias a / comparaciones con Black Lips, ¿han ayudado a acercaros a vuestro público potencial o han creado una sombra demasiado alargada?
Y: Todo ha sido para bien y sin duda Black Lips fueron el grupo catalizador de lo que estamos viviendo. Pero también hay que decir que ellos son el estandarte, el nombre más visible y reconocido de una nueva generación de bandas que también nos ha marcado. En cualquier caso, el momento ha sido propicio y sería ridículo no valorar positivamente el hecho de que la gente esté ahora más familiarizada con este sonido gracias a ellos.
Habladme de vuestra maqueta, el Big Bang de todo lo que habéis vivido.
M: Nos invitaron a tocar a Pamplona por los San Fermines, en un bolo junto a Nerviosos y Kockoschka, y quisimos llevar algo para repartir entre la gente, una grabación por modesta que fuera. Un día antes del viaje, en el propio local de ensayo y con un solo micro, grabamos las canciones que teníamos con un dos pistas, en una las voces y en la otra el resto. El quinto Mujeres, el tipo del sonido de aquella época, se encargó de la postproducción.
Y tras la maqueta, con vuestros primeros conciertos, se desató la locura; ¿cómo valoráis este año de frenética actividad?
Y: Nos hemos pasado pipa, ha sido una gozada ver que nuestra música conectaba con las ganas de desparrame y risa de la gente. Y, además, hemos tocado en saraos de lo más distintos, ya sea para un promotor muy pequeño o como telonero de un tinglado de la gente del Razzmatazz. Un colega dijo en una ocasión, creo que después de nuestro segundo o tercer bolo: “No saben estos tíos cuánta falta hacía en Barcelona una cosa así”. Y quizá sea cierto que recogimos cierta necesidad de la gente de aquí de pasarlo bien, de escuchar música festiva con la que dejar de lado el aburrimiento.
¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar con Santi García en sus estudios Ultramarinos?
M: Víctor de Sones pensó que sería una buena opción grabar con él y la verdad es que se lo agradecemos porque ha sido un verdadero placer. Conectó con nuestros referentes al instante e incluso nos descubrió otros que intuía que podrían servirnos para trabajar las canciones.
Y: Santi trabaja a una velocidad de escándalo. No se mete en lo que quieres hacer pero sabe detectar si algo va mal y aporta anotaciones realmente valiosas, es muy perfeccionista. Te dice “creo que aquí le iría bien una doce cuerdas” o “vamos a desdoblar esta guitarra” o “hay que volver a grabar la segunda parte del tema”; todo muy claro y a piñón; grabamos el disco en tres, cuatro tomas, todo en directo, las voces a parte y fuera. Estuvimos en el estudio cinco días y el quinto ya nos íbamos con un pre-master con todo cerrado.
Los dos últimos temas del disco, “Sweat and Roses” y especialmente “Wanna Boom”, indican que hay una voluntad para trascender el corsé del garaje-rock alocado, invita al oyente a fantasear sobre cómo sonarán las canciones del segundo disco.
M: No están al final de forma casual, es cierto. “Wanna Boom” es un tema que surgió en el estudio de forma espontánea pero recogiendo la experiencia que ya teníamos acumulada después de tantas horas ahí metidos juntos. Si ese tema marca cierto futuro o denota cierta ambición es porque es el resultado de una mejor comunicación o conexión entre los cuatro.
Y: De hecho, cuando empezamos a trabajar con Sones, cuando nos preguntaban por el disco les decíamos que necesitábamos tiempo para ir perfilando nuestro sonido, para trabajar todas las ideas que teníamos. Queríamos entrar a grabar canciones que demostraran que aunque hagamos música fresca y sencilla hay un trabajo concienzudo detrás, que la simplicidad es solo aparente.
La gente del Primavera Sound os ha acogido con cariño; ¿qué tal la experiencia de tocar en sus festivales de verano e invierno?
Y: Cuando empezamos con el grupo todos pensamos que sería la hostia poder tocar en el Primavera porque es el festival de nuestra ciudad y porque en él vivimos juntos la experiencia de ver en directo a Black Lips, un concierto increíble. Que al año siguiente estuviéramos tocando en las sesiones unplugged del escenario Ray Ban-Vice fue algo increíble y que este año nos hayan vuelto a llamar para el Primavera Club para presentar el disco ha sido un regalazo. Valoramos mucho su trabajo y el cariño que le ponen a todo lo que organizan.
¿Cómo ayudan a un grupo como Mujeres herramientas de difusión e intercambio tan universales y democráticas como Myspace?
Y: Nos ha sorprendido ver el interés de gente de Estados Unidos que nos ha pedido el 7” o de otra que busca la maqueta, lo que me ha llevado a plantearme si no deberíamos traducir nuestro Myspace al inglés, aunque puede quedar pretencioso. Creo que Víctor está buscando licenciar el disco por allí y la verdad es que estaría muy bien poder asomarnos al mercado americano; de hecho, alguien comentó la posibilidad de colarnos en el South By Southwest y eso sí que ya sería la hostia.
M: Sabemos que Víctor ha hecho llegar el disco a In The Red y ese contacto nos puede ayudar, sin duda. Y también hemos contactado con la gente de Dead Ghosts, que es un grupo que nos flipa y que parece ser que les ha gustado lo que hacemos y eso siempre es un estímulo para seguir creciendo.
A raíz de ganar un concurso patrocinado por Diesel, recientemente habéis estado en Londres grabando el clip de Reyerta. ¿Qué tal la experiencia?
Y: Para nosotros, que estamos acostumbrados a estar detrás de las cámaras, llegar allí y ver que todo estaba ya montado y esperándonos ha sido algo raro, la verdad (risas). Ha sido una experiencia exótica y hay que agradecer la oportunidad de estar en Londres un fin de semana con todo pagado, la verdad. Pero también debo decirte que mientras iba transcurriendo la grabación nos íbamos dando cuenta que aquello se nos escapaba un poco de las manos, que era algo en cierta manera ajeno a nosotros y que, como suele pasar con estas cosas relacionadas con grandes marcas, hay muchos intereses creados y todo responde a una visión que difícilmente podía acoplarse a la nuestra propia.
Supongo que al principio cuesta dar con el punto ideal en la relación con las marcas comerciales.
M: Con este videoclip nos hemos dado cuenta que debemos ir con más cuidado a la hora de decidir los acuerdos a los que podamos llegar en el futuro. No queremos privarnos de disfrutar de lo que hacemos por responder a los intereses o las expectativas de nadie. Aunque estemos agradecidos por la oportunidad brindada, sabemos que podríamos haber hecho un videoclip que conectara mejor con lo que nosotros queremos transmitir como grupo.
Y: Tener esa sensación de que las cosas se nos escapan de las manos o de que estás trabajando con gente que no entiende las cosas como tú es algo que no queremos para nuestro futuro. Porque además estas cosas pueden generar confusiones, puede que haya quien piense al ver el clip “¿estos tíos de qué rollo van?”. Y nosotros no queremos dar la imagen de que estamos abiertos a todo; lo primero es la música y luego disfrutar tocándola.
Seguramente haya sido esa prudencia, esas ganas de hacer las cosas con cabeza la que os ha llevado a fichar por Sones, ¿qué tal el trabajo con ellos?
Y: Recuerdo que al principio, especialmente Pol y yo, teníamos miedo a que todo este revuelo nos acabara quemando demasiado rápido; llegamos a pensar en pasar de grabar el disco y sacar solo 7”. Pero tampoco podíamos dejar escapar tantas oportunidades, así que lo difícil ha sido ir encontrado ese equilibrio, algo a lo que sin duda nos ha ayudado mucho contar con el apoyo de Sones.
M: Trabajan con cariño y transparencia, siempre nos informan de qué cosas tienen pensadas para ayudar a promocionar al grupo, lo ponen todo en común con nosotros y eso se agradece.
Ahora que el disco ya está en la calle, ¿cómo desearíais que lo recibiera la gente?, ¿qué sería una buena recompensa al esfuerzo realizado?
M: Estamos todos muy expectantes. Nos gustaría que la gente lo escuchara como el primer disco de un grupo fresco y con ganas de contagiar con su música, una música quizá no original pero sí con personalidad propia. Lo que más nos apetece ahora es empezar a presentarlo por España y si se puede por fuera.
Y: Lo mejor es que conectamos con oyentes dispares, desde el tipo que tiene una radio piratilla en Asturias y nos llama porque le flipamos a los chavalines que vinieron a hacer el loco al concierto que dimos en Vic. Nos gusta estar en ese punto y que solo hayamos editado nuestro debut; vamos a tientas, sí, pero dejarse llevar también es positivo, nos mantiene con ganas de seguir avanzando.
Texto: Roger Estrada
Fotos: Raquel Calvo
Publicado en Ruta 66
www.myspace.com/mujeresdebarcelona
El parecido con Black Lips es excesivo, deberían de labrarse una personalidad más propia. felicidades por el blog!
pero es que suenan tan bien y uno es tan fan de Black Lips. jejejeje
gracias x pasarte x aquí. saludos
que pasada de blog os felicito!!!!!
Hola Rocío. ¡Muchas gracias! Básicamente voy publicando en el blog aquellas colaboraciones periodísticas que hago, fundamentalmente en Ruta 66. Me alegro de que hayas llegado hasta aquí.
Un saludo