
Seguro que el fiel lector rutero se acordará. En su reseña del álbum de Chargers Street Gang (disco del mes, Ruta 184), Jaime Gonzalo afirmaba: “… Holy the Bop Apocalypse bate en energía vital las marcas registradas por Mooney Suzuki, Zen Guerrilla, Cherry Valence, Tight Bros o Bellrays –y eso es mucho batir…” Tamaña sentencia precipitó a este escriba al vacío ciberespacial para calibrar si de verdad había para tanto con esta joven promesa underground.
La web de Get Hip Recordings me recibe con su colorista caos; focalizo la presa, pero el espectro visual se me duplica cual mosca garajera al vislumbrar la también ansiada ópera prima de los Paybacks, Knock Loud. Del melódico punk rock a borbotones del combo de Wendy Case ya hablaremos el próximo mes porque, como también se decía en esa excitada crónica, “la revolución ahora, inenarrablemente vívida” corresponde al nuevo orgullo de Cleveland.
Track 01: “Say No More Forever Amen”. Aprieto play y mis altavoces escupen un estruendo, reverberante y esquizoide, que me hace pensar en el ataque aéreo de Apocalypse Now. Multiplica por mil el aturullante rock atrapado en Let it Blast (Bellrays) o Lend you a hand (Tight Bros) y seguirás estando lejos del caos grabado a carne viva por Tim Kerr (productor) y Mike Vasquez (ingeniero) en los Sweatbox Studios de Austin, Texas. Sin duda Dave Crider, jefe supremo de Estrus Records, vendería a su madre por tener en su implacable escuadrón de ataque a CSG.
Y es que, con trallazos como “Tom Waits for no-one”, “Raised on Richards”, “Tie a Rope” o “Amazing Disgrace” (uno de los temas del 2002, como Iggy comiéndose a mordiscos los surcos de Exile On Main Street), estos discípulos de la herencia punk-rock de su ciudad (Dead Boys, Pere Ubu, Pagans) han facturado el artefacto sonoro definitivo para comprender el alcance de una verdad que, alejada de los estériles focos del revisionismo posmoderno, nos ha estallado en la cara para que tomemos conciencia de su hasta ahora silenciada existencia.
Pillamos a Joe Holzheimer (gritos), Chris Kulcsar (ace guitar) y Lachlan Mackinnon (Syd Barrett con fusil de asalto) recién llegados de la grabación de su segundo disco, nuevamente bajo el influjo del santero Tim Kerr. Rehuyen las alabanzas y alternan el verbo lúcido con los esputos acnéicos. Ni ellos mismos son conscientes de su grandeza.
¿Podéis contarnos los inicios del grupo?
Chris: Empezamos como The Chargers en el verano del 96. Éramos amigos desde hacía mucho tiempo y cada uno de nosotros había tocado en distintas bandas; así que nos pareció una buena idea juntarnos para pasarlo en grande haciendo ruido en las fiestas de nuestros amigos. Sin embargo, no fue hasta finales del 97 que decidimos meternos en serio en el asunto y empezamos a ensayar y escribir canciones con cierta disciplina. Nuestro principal objetivo, por aquel entonces, era grabar nuestro primer single de 45 r.p.m
¿Cómo fue crecer en Cleveland y en qué grado os empapásteis de la excitante escena musical gestada en la ciudad a finales de los 70?
Chris: Puede que Cleveland viviese una explosión creativa en esa época, pero jamás hubo una gran audiencia para las bandas locales. Es acojonante constatar que nadie le hacía puto caso a Mirrors, Electric Eels o Rocket From The Tombs; tan sólo Pagans y Pere Ubu lograban reunir a más de cuarenta personas en sus primeros bolos. Ahora todo el mundo reconoce su talento, pero entonces pasaron prácticamente desapercibidos, como si no existieran. Por suerte, si hay algo que dignifica a Cleveland es haber tenido dos de las college radios más puramente independientes y reivindicativas de la escena local de todo el país, y gracias a ellas descubrí, años más tarde, todas esas bandas underground de nuestro pasado.
Joe: Esta ciudad puede resultar deprimente y desoladora a veces, lo que quizás explique la música retorcida y a la vez hermosa que se ha producido en ella a lo largo de la historia. Pero debo reconocer que no fuí expuesto a todo ese legado hasta que empecé a salir con los bellacos del grupo. Puede que me perdiese la explosión incial, pero pronto hallé el camino para recrearla con mis propias manos.
Lachlan: “I come from down in the valley where mister, when you’re young they bring you up to do like your daddy done” (el Pájaroloco parafrasea a Springsteen)
¿Cómo valoráis vuestro encuentro con Tim Kerr?
Joe: Le conocimos en Milwakee, cuando teloneamos a Monkeywrench. Nos sugirió que trabajaramos juntos y no dudamos en lanzamos de cabeza ante semejante oportunidad porque Tim es uno de nuestros héroes. Desde entoces, se ha convertido en un gran amigo y lo más cercano a un mentor que tengo en mi vida.
Chris: Grabar nuestro primer disco con Tim fue una de las experiencias más aleccionadoras de mi vida. Él escucha música con más intensidad que la mayoría de la gente y por ello nos sirvió de gran ayuda a la hora de perfilar la melodía de nuestras canciones, y también nos sugirió ciertas estructuras que jamás hubiesemos sido capaces de extraer por nuestra cuenta.
¿Habéis escuchado el material dispensado en el sello Estrus?
Joe: Me gustan muchas de las bandas apadrinadas por Dave; especialmente Federation X y Fatal Flying Guilloteens, que son mis favoritas. El disco de Lord High Fixers “Is Your Club a Secret Weapon?” es uno de mis favoritos de los últimos años. Estrus parece una gran familia, con todas las bandas muy unidas, y esa es la marca distintiva de todos los grandes sellos independientes.
¿Os sentís presionados por la excelente acogida que la crítica especializada os ha dispensado?Lachlan: Ahora estamos corriendo, pero nos mantendremos alerta para afrontar el futuro y anudar los lazos que nos unen.
Joe: Procuro seguir haciendo lo que amo sin dejarme influenciar por lo que la gente pueda decir sobre nosotros. El error más fácil de cometer es pensar que eres alguien especial. Prefiero salir y hacer el trabajo que debe hacerse, en lugar de intentar satisfacer la idea que otro se haya hecho de mi..
Chris: No leo nuestras críticas. Sólo son más mentidas impresas por ese monstruo fascista y manipulador que son los medios de comunicación.
He leído grandes cosas acerca de vuestros shows…
Joe: En nuestros conciertos hemos utilizado todo tipo de cosas para darle vistosidad a la puesta en escena: manteca de cacahuete, grandes animales rellenos, juguetes para críos, robots y partes de bichos en llamas. Pero si hay algo que realmente nos caracteriza es que salimos al escenario a rockear tan jodidamente fuerte como podemos.

¿Cómo es vuestra relación con otras bandas de Get Hip como Paybacks, Gore Gore Girls, Cynics, Fleshtones o Deep Reduction?
Joe: Siempre montamos una juerga cuando tocamos con Paybacks y Gore Gore Girls; son gente maja y muy entregada a su música. Para mí compartir escenario con Deep Reduction sería muy excitante porque Radio Birdman es una de mis bandas favoritas de todos los tiempos. Tocar con los Cynics nos carga las baterías para salir a comernos el mundo, aunque el sector de mayor edad de su público nunca sabe cómo diablos reaccionar ante nosotros. Por cierto, su nuevo disco lo ha producido Tim y debo decirte que suena de la ostia. Los Fleshtones son divertidos en directo, aunque ahora no suelo escuchar discos de garaje clásico.
Sé que en el pasado actuásteis bajo el nombre de Asheton Brothers From Way Back Then, haciendo versiones de los Stooges y con cada uno de vosotros adoptando la actitud y la imagen de sus miembros. ¿Qué nos podéis contar sobre ese proyecto paralelo?
Chris: No estamos autorizados a hablar de esas misiones en este momento.
¿Qué opináis de ese supuesto “retorno al rock” que proclama a los cuatro vientos la prensa británica, con grupos como Strokes, Hives, White Stripes, Yeah Yeahs o The Vines como los más destacables de este movimiento?
Chris: Como he dicho antes, los media sólo son corporaciones controladoras del pensamiento que intentan vender hypes de temporada a la gente que no puede o no quiere pensar por sí misma. Siemrpe habrá chicos y chicas asqueados con el mundo y produciendo sonidos increíbles con sus guitarras, sus ordenadores o sus giradiscos. El rock’and’roll se basa en la diversión y en la revuelta, y en cómo se nivelan ambas en una mente joven. Y aunque la prensa diga que es cool o no, este sonido, nuevo o viejo, es el producto de la expresión sincera de un individuo, y esa es una de las características fundametales del ser humano.
Joe: Sería muy fácil desprestigiar todas las modas impuestas por la cultura moderna; pero en el caso de esas bandas que citas, creo que son del todo dignas y respetables. Es más, creo que el último disco de White Stripes fue uno de los mejores del año pasado, y ellos se portaron muy bien al aprovechar su estrellato para ayudar a sus amigos de Detroit. Los Hives son un grupo de garaje decente; los Yeah Yeah Yeahs son frescos y enérgicos; e incluso me gusta medio disco de los Strokes. Una vez más, en lugar de discutir quien es cool y quien no está recibiendo el respeto que se merece, sal y encuentra toda esa música pura y honesta que se está haciendo. A todas horas, en todos los rincones del mundo.
En ese sentido, ¿qué grupos han captado vuestra atención últimamente?
Joe: Estoy muy enganchado a Party of Helicopters, Lightning Bolt, Flaming Lips, Black Heart Procession, Hot Snakes, Federation X, Anti-Pop Consortium, y cualquiera de los grupos del sello Definitive Jux.
Chris: No puedo dejar de escuchar el nuevo EP de los Bangs, “Calls and responses”; y también he estado pinchando mucho los últimos y excelentes discos de Sleater-Kinney y Sonic Youth.
¿Qué recordáis y qué lecciones aprendísteis de vuestro tour con Rocket From The Crypt?
Joe: Girar con ellos fue importante para nostros porque les queremos como grupo y como personas. Artísticamente, sólo nos sirvió para incrementar nuestra legión de fans.
Chris: Creo que nuestra musica es bastante diferente, pero compartimos una misma filosofía de trabajo sobre el directo. Ambos grupos intentamos darle lo máximo a nuestro público y animarle a que se lo pase en grande mientras estamos tocando.
Lachlan: No me importa su tamaño, si levantan una barricada me lanzaré en paracaídas sobre ella.
Uno de vuestros temas apareció en el segundo volúmen del recopilatorio “Pie & Ears”, (Smog Veil, 2001) donde se resume la historia “oculta” de la escena punk de Cleveland. ¿Cómo recordáis el show de presentación del disco, con bandas míticas como Defnics, Easter Monkeys o Pink Holes, que se reunieron después de años sin tocar juntos?
Chris: Ese show fue una puta mierda, parecía una maldita reunión de ex-alumnos. Un montón de tipos viejos que sólo tocan un par de veces al año, pero que se comportan de modo altivo y autosuficiente. Les respeto, pero ver a un tipo clavo y con barriga cervecera balanceándose mientras canta unos temas que escribió cuando era un adolescente, hace que pierdan todo el sentido que tuvieron en su día.
Joe: Creen que somos idiotas porque ellos hicieron hace quince años lo que nosotros ahora; pero nosotros creemos que ellos son los idiotas porque son unos abueletes con problemas de incontinencia que se reunen para rememorar viejos tiempos. Por suerte, nosotros nunca seremos esa banda… porque no creo que mis rodillas aguantasen tanto ajetreo a esa edad.
Lachlan: «Everything dies, baby, that’s a fact; but maybe everything that dies someday comes back» (más Bruce, «Atlantic City»)

¿Os interesa el rock industrial de otra banda de Cleveland, Nine Inch Nails?
Joe: Lachlan se interesó durante una temporada por la escena gótica, pero esa mierda nunca me ha afectado… bueno, excepto por un par de discos de los primeros Ministry.
Chris: A mi no me va ese rollo. Cada día escucho algo de Coltrane y Ottis Redding; el jazz es soul, el soul es jazz y el hip-hop es soul y jazz. Esos son los sonidos que me hacen sentir bien.
Hay quien dice que sois la mejor banda surgida Ohio desde que debutaran los New Bomb Turks. ¿Qué opináis?
Chris: Su música y su directo nos encantan, pero no creo que hayan sido una influencia para nosotros. Han hecho discos cojonudos, de esos que uno cita como ejemplo de trabajo bien hecho, pero de ahí a que nos equiparen a ellos… Seríamos incapaces de hurgarnos la nariz en el escenario tantas veces como Eric Davidson (cantante de NBT, n.d.r.).
Joe: El gordinflón de Jim Weber era colega de Lachlan y le marcó como guitarrista. Fue uno de sus héroes locales hasta que un día descubrió en un concierto que llevaba un reloj y mascaba chicle.
Lachlan: ERRRR, ARRR, rublbemstiffff….Go Browns (sic)
¿Por qué titulásteis una canción «Tom Waits for no-one”?
Joe: Es uno de mis músicos favoritos y les escucho casi a diartio, pero eso no tiene nada que ver con esa canción.
Chris: Como todos los títulos de nuestras canciones es un chiste que Lachlan y yo creímos divertido en su momento. Para que el sr. Waits no se preocupe debo decir que soy un gran admirador de las distintas etapas de su carrera, pero “Small change” en especial me sirve de gran ayuda en las noches solitarias bañadas en alcohol y lágrimas.
¿Algo que añadir?
Joe: Que alguien nos haga una oferta que no podamos rechazar.
Laclan: «Hey, somebody out there, listen to my last prayer; Hi ho silver-o, deliver me from nowhere» (guiño final al Boss con «State trooper»)
Chris: A cualquier hora, en cualquier lugar, cualquier excusa que me permita huir de este horrible país.
Texto: Roger Estrada
Fotos: Jay Brown / jfotoman.com
Publicado en Ruta 66 (noviembre 2002)