Marcos Juandó lleva media vida vendiendo discos. Su pasión ha ido mutando hasta fundirse con su profesión, que no es otra que la de acercar al público vinilos de un amplio abanico de estilos –doo-wop, soul, soundtracks, country & western, easy listening, jazz..-.-; una tarea a la que se ha encomendado estos últimos cinco años desde su propia tienda, Discos Juandó y, desde hace una década, con las pinchadas que realiza periódicamente como residente del club Movin’On, en la Sala Jazzroom de Barcelona.
Desgraciadamente, a finales de abril Discos Juandó echará el cierre. Sirva esta entrevista, realizada hace medio año e inédita hasta ahora, como personal homenaje a un apasionado de la música que, pese a este desalentador revés, a buen seguro acometerá una nueva aventura cuando la aguja de su ingenio se clave de nuevo en los surcos de un carácter emprendedor que no puede dejar de girar.
¿Qué te llevó a montar la tienda?
Supongo que las ganas de seguir vendiendo discos. No he hecho otra cosa desde principios de los 90, primero como empleado en una tienda ajena muy reconocida en Barcelona, a partir del 2000 desde una tienda virtual propia (Good Move Records, de 2008 a 2013 en el Discos Juandó de Santa Caterina y ahora en el Discos Juandó del Raval).
¿Cómo fueron los inicios?
Si te refieres a los de Discos Juandó, los inicios fueron igual de duros que cualquier otro pequeño comercio de cualquier línea de negocio que empezara en el 2008, en pleno estallido financiero global. Se trataba de empezar lo mejor posible con la mínima financiación posible. Desde el punto de vista de «abrirse camino en el negocio» no fue dificil porque ya empezaba con una cartera decente de clientes fijos y antiguos, y arrancar con un stock inicial de una mínima calidad tampoco fue demasiado complicado por el hecho de tener buenos contactos que había ido haciendo desde Good Move Records e incluso antes, tanto nacionales como internacionales.
¿Cómo es tu día a día?
Abro la tienda a las 10:30, hago repaso de las urgencias del día, consulto y contesto los emails, actualizo el blog y el facebook, repaso, compruebo, enfundo, marco y actualizo la base de datos con las nuevas entradas de discos antes de ponerlas en las cubetas, y trato de venderlos. Paro para comer a las 14:00, hago algún trabajo más con discos, abro tienda de nuevo a las 16:30, y sigo con el trabajo habitual de la tienda hasta las 20:30. Y así de lunes a sábado.
¿Cómo afrontas la crisis, tanto la del sector discográfico / cultural como la más global, por tener que sacar adelante un negocio en este contexto económico?
No me afecta la crisis del sector discográfico porque trato exclusivamente con discos usados de los años 1930 hasta los 1980. Pero obviamente me afecta la crisis financiera global porque la gente cada vez tiene menos dinero, y entre esta gente también están los que acostumbran a comprar discos, claro. Eso lo afronto como todos los pequeños negocios hoy en día, trabajando más y más y más horas y ofreciendo calidad a un precio lo más ajustado posible con el mejor trato posible. La crisis cultural es otra cosa. Esa cuesta más de afrontar.
¿Cómo se asoma tu negocio a la ventana digital y mundial que proporciona Internet? ¿Pros y contras del acceso libre a la cultura?
Mi negocio se asoma en internet a través de un blog de la tienda, en el que listo parte de las nuevas entradas, pongo alguna noticia sobre eventos que pienso que tienen que ver de una u otra manera conmigo o con la tienda y mantengo informada a la gente si tengo que cerrar la tienda algún día por razones personales o de negocio. Uso también Facebook como plataforma para compartir los posts del blog con más gente. Nada en contra del acceso libre a la cultura. El que quiera guardarse el temita en mp3 en su ordenador que lo haga, y el que quiera tener una colección de cuatro millones de mp3s y pincharlos desde un listado customizado en una pantalla que lo haga. Yo prefiero tener el disco.
¿Cómo definirías a tu clientela?
Muy variada. Mis clientes van desde adolescentes que buscan cosas de wave inglesa de primeros 80 hasta personas de la tercera edad buscando eps raros de copla, pasando por coleccionistas, aficionados, nuevos aficionados, djs, productores … Poder satisfacer las necesidades de este abanico tan amplio hace que siempre haya posibilidad de nuevos clientes.
Podrías aventurarte a decirnos cuál es el disco que más has vendido?
Muy probablemente alguno de los best-sellers, que por eso se les llama así. Seguro que sería alguno de Pink Floyd o de los Rolling Stones.
Completa la frase “Cuando cierra una tienda de discos en mi ciudad….”
… espero que se abra otra.
¿Cuál es tu tienda de discos favorita del mundo mundial y por qué?
Jerry’s Records en Pittsburgh, Pennsylvania, USA. Por su inmenso volumen de stock, calidad y trato. La regenta Jerry Weber, un señor de edad avanzada que no ha hecho nada más en su vida más que vender discos. Le tengo un respeto enorme porque he aprendido mucho de él en estos últimos 15 años que llevamos de relación profesional.
¿Recuerdas cuál fue el primer disco que al pincharlo te recorrió un escalofrío, esa emoción primaria que desencadenó toda tu futura relación con la música?
Sí. El «Computer World «de Kraftwerk en 1981.
¿Eres melómano? ¿Algun artista o banda que te haya impresionado conocer / te gustaría conocer?
No me considero especialmente melómano, lo justito. No me gustaría haber conocido a nadie en especial, con la emoción que me transmiten a través de los discos ya tengo suficiente.
Recomiéndanos una novedad que llevarnos a casa.
Como novedad entrada recientemente a la tienda, la banda sonora de la película/documental «The Cool World», con música de Dizzy Gillespie. Es un lp de 1965 en el sello Philips.
¿Con qué canción te gustaría abandonar este mundo, la banda sonora de tu viaje hacia el más allá?
«That’s Alright» de los Harmonizing Four, o «I’m Going Through» del mismo grupo.
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Discos Juandó
Lluna, 27
Barcelona
discosjuando.wordpress.com
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Texto: Roger Estrada
Fotografías: Sandra Rojo / sandrarojo.net