DEAD MOON. Una puñetera banda de rock’n’roll

¿La banda en activo más infravalorada del mundo? Con permiso de los geniales NRBQ, yo apostaría por el trío de Clackamas (cerca de Portland, en Oregón) formado por Fred Cole, su mujer Toody y Andrew Loomis. Hace unos años, Radio Birdman era la gran formación que la historia parecía haber olvidado, pero gracias a la operación de rescate por parte de Sub Pop vía el recopilatorio “The Essential Radio Birdman: 1974-1978”, el hombre pájaro vio resarcido su honor y puede ahora disfrutar del reconocimiento que se le negó en su día y de una segunda “juventud” portentosa, como confirma su nuevo “Zeno Beach”. Ha sido precisamente la discográfica de Seattle la que ahora se ha decidido a recuperar el vasto legado discográfico de Dead Moon con “Echoes of the Past”, doble CD que repasa los 20 años de insobornable trayectoria de un grupo que siempre ha contado con más apoyo en Europa que en su país natal, donde siempre han transitado más allá de los márgenes de una industria a la que desprecian con argumentos sólidos y conciencia de clase: se autoeditan, giran sin roadies, no van de estrellas, son sólo una puñetera banda de rock’n’roll con ganas de seguir tocando hasta el fin de sus días.

Esa actitud, todavía inquebrantable, es la que ha convertido a Dead Moon en una auténtica banda de culto, venerada por grupos del más distinto pelaje. En el año 2000, Last Change Records editó “In The Cole Mind: A Tribute To Fred Cole And Dead Moon” doble compacto en el que una cuarentena de formaciones underground (entre las que destacaban Onyas, Girl Trouble o Crimson Sweet) le rendían pleitesía a la luna muerta. ¿Más fans? Mono Men atacaron el clásico “54/40 or Fight” en varias rodajas; las noruegas Mensen han hecho lo propio con “Clouds of dawn” y “Kicked Out, Kicked In”; sus vecinos The Kwyet Knights gustan de plasmar en vinilo “Dead Moon Night”; Powder Monkeys, “Destination X” en su split single con Hellacopters; The Nomads eligieron “Graveyard” para un 7” en Estrus… Aunque quizá el homenaje más sorprendente, aquel que descoloca a los fans más integristas del trío, es el que suelen hacerles Pearl Jam en directo, encadenando el final de “Daughter” con “It’s OK”. Sin embargo, a nadie debería extrañar que Vedder y compañía muestren públicamente su querencia por los Cole, ya que cuando todavía eran unos teenagers aspirantes a rock stars a buen seguro que pudieron disfrutar de alguno de los abrumadores shows de la oscura banda del vecino estado de Oregón. Otro ilustre músico de Seattle, Steve Turner de Mudhoney, es uno de los entusiastas testimonios que aparecen a lo largo de “Unknown Passage: The Dead Moon Story” (www.magicumbrella.com), documental dirigido por Jason Summers y Kate Fix que explora el peculiar universo Dead Moon de cerca, en el alocado frenesí de una gira europea, pero también en la reposada intimidad de su vida en Clackamas.

A nivel personal, aunque nadie pregunte, mi primer contacto con el trío fue a través del artículo “Furtivos a perpetuidad” de Ruta 142 (noviembre, 1998; de lectura obligada para completar el perfil lunático) en el que Aitor Recalde y Eloy R&B le daban un repaso, con entrevista incluida, a la trayectoria de tres de los puntales del garage-rock, en su acepción más cruda, de los últimos quince años: Oblivians, Cheater Slicks y Dead Moon. Un dossier que a servidor le cambió la vida, claro. Pero no fue hasta el 17 de abril de 2004 en la sala Helldorado de Vitoria, que pude ser testigo del aquelarre de emociones en combustión que escenifican Dead Moon en directo. Ya escribí una excitada crónica al respecto en Ruta 206; sólo insistir aquí que no atesoro un concierto que me haya conectado tan intensamente con mis instintos más primarios de amante del rock’n’roll como aquél, una catártica experiencia que me dejó al tiempo aturdido y emocionado; la más pura y honesta plasmación de lo que para mí es el rock. Este mes les tendrás de gira por aquí, tú mismo. Mr. Cole al habla…

¿Cuál ha sido el criterio de selección que has seguido para el recopilatorio de Sub Pop?
He procurado meter más o menos tres canciones por disco, aquellas que considero las mejores, dejando fuera el último, “Dead ahead”, porque a pesar del formato doble CD me quedé sin espacio para más.

En Europa siempre se os ha seguido con mayor entusiasmo que en vuestro país. ¿A qué crees que es debido?
Creo que hay cierta mística en Europa alrededor de las bandas americanas, cierta fascinación. Supongo que la razón de que tengamos tantos fans allí es porque hemos ido de gira muchas veces; de hecho, nuestros primeros tours nos llevaron a recorrer Europa mucho antes que pudiéramos montar uno en condiciones y de cierta envergadura en Estados Unidos. Parece, sin embargo, que ahora se nos empieza a prestar más atención en nuestro país…

1510348723548-GettyImages-110498796

Cuando os vi en directo me fascinó esa suerte de comunión existente entre los tres, representada por el ritual de juntar vuestras manos en medio del escenario antes del concierto.
Es algo que hicimos un día y nos pareció que traía buenas vibraciones al show, así que lo hemos mantenido a lo largo de los años. Si probamos algo que no funciona y convierte un concierto en una mierda, nos olvidamos de ello al instante; si nos sorprendemos a nosotros mismos con algo nuevo que le aporta algo especial al show, lo adoptamos de forma inmediata.

Cuando Dead Moon se formaron, Toody y tú llevabais casados muchos años; ¿fue duro para Andrew encajar en ese contexto?
Bueno, se hace complicado estrujarle entre nosotros, por eso ahora cuando vamos de gira pedimos dos habitaciones (risas). No, en serio, Andrew, es como un hermano para nosotros, como un hermano menor, es parte de nuestra familia y uno de nuestros mejores amigos.

¿En qué situación se hallan ahora mismo Tombstone Records y Tombtone Music? He leído algo de una tienda de comestibles también…
Mientras la máquina de planchar discos siga funcionando bien, seguiremos haciendo vinilos en ella. La tienda está parada por el momento, esperamos poder volver a vender productos a través de la web en breve. La tienda es un pequeño colmado en el que vendemos cerveza, tabaco y algo de comida… que si vemos que se va a caducar nos la llevamos a casa para la cena (risas).

Por cierto, ¿de dónde sacasteis la máquina de planchar discos?
Toody la compró por 200$ para regalármela por mi aniversario. Originalmente, estaba olvidada en el sótano de la emisora KISN en Pórtland, cuyo director había sido el manager de una banda local, The Kingsmen. Con ella grabó su hit “Louis Louis”, así que ha sido una máquina que ha dado muy buena suerte, tanto a ellos como a nosotros.

¿Cuán duro ha sido para vosotros manteneros fieles al credo “Lo-fi & DIY”? En estos 20 años, ajenos a cualquiera que fuera la moda musical del momento, habéis seguido firmes en vuestros ideales, fieles a vuestro sonido. Quizá esta sea la razón de que tengáis fans tan entusiastas…
No solemos pensar en cómo y por qué hacemos las cosas, sólo las hacemos de la manera que nos gusta, tal y como lo sentimos. Si funciona y a la gente le gusta, nos alegramos. Podríamos sonar mejor o probar de grabar de otra manera, pero somos pobres como para poder comprarnos un equipo nuevo, así que seguimos utilizando lo que tenemos a nuestro alcance.

Al acabar ese show en Vitoria, pese al entusiasmo de la gente que os venía a agasajar y a la satisfacción que se dibujaba en vuestras caras, pensé: “¿cómo pueden aguantar este ritmo? ¿Nunca se han planteado dejarlo, por puro agotamiento físico y psíquico?”
Bueno, hará cosa de dos años nos dijimos a nosotros mismos que era hora de dejarlo. Andrew estaba hecho polvo de sus dolores en las piernas, Toody no podía tocar apenas debido a una enfermedad que obligaba al reposo y mi salud tampoco era para tirar cohetes; después de tres giras realmente duras, nos tomamos un año sabático para cuidarnos un poco y volver sólo si nos sentíamos con fuerzas para ello. Y aquí estamos, superamos ese periodo de inactividad y creo que nos ayudó a volver con más energía que cuando lo dejamos.

Un crítico escribió de uno de vuestros shows: “Todo el mundo debería ir a verlos. Especialmente los jovenzuelos que están empezando con sus grupos. Fue como ir a la iglesia, como escuchar la verdad”. Cuando uno de estos jovenzuelos se te acerca pidiéndote consejo, ¿qué le dices?
Que haga lo que le de la real gana, sea honesto consigo mismo, se divierta y nunca haga las cosas por razones erróneas, como el dinero o las obligaciones. Eso me ha servido para cualquier aspecto de mi vida: matrimonio, música, trabajos… Si no eres feliz con lo que estás haciendo, nunca será lo mejor que puedes dar de ti mismo. Míranos a mí y a Toody. Si no la quisiera, no seguiría a su lado sólo porque llevamos tanto tiempo juntos; la quiero más que cuando la conocí y más y más con cada día que pasa.

Hablando de vuestra relación, ¿os costó mucho al principio compaginar la vida en pareja, el ser padres, con sacar adelante a Dead Moon? ¿Qué opinan vuestros nietos de sus abuelos rockeros?
Bueno, cuando empezamos los chicos ya tenían entre 12 y 14 años, ya estaban bastante formaditos y nos ahorramos los quebraderos de cabeza y el desgaste que hubiese significado tocar en una banda con niños pequeños. Creo que nuestros nietos están orgullosos de nosotros; una de ellas fue a un concierto de Foo Fighters y cuando Dave Grohl dijo “Hola, Portland, Oregón; la tierra de Dead Moon” y le gritó a su amiga “¡Esos son mis abuelos!”. También giramos por Australia bajo el patrocinio de Doc Martin’s y nuestra nieta pequeña le contaba a sus amiguitas “Mi abuela lleva Doc’s”… Sí, definitivamente, creo que les gusta tener unos abuelos rockeros.

En tus días como miembro de Weeds / Lollipop Shoppe (presentes en la antología “Nuggets” con el hit “You Must Be A Witch”, ndr), actuaste junto a Janis Joplin, The Doors, The Seeds o Buffalo Sprinfield. ¿Cómo era la relación entre las bandas en aquellos años de idealismo hippie?
Las cosas eran bastante distintas por aquel entonces, existía una competitividad tremenda y había tantas bandas luchando por salir adelante, que todo ello era muy duro. Sinceramente, no reinaba mucho buen rollo entre las bandas, creo que hoy en día, pese a todo, la relación es más amigable, existe un mayor respeto y una saludable camadería.

Sé que eras un gran fan de Love. ¿Cómo te sentiste al oír que Arthur Lee había muerto?
Fue un duro golpe, una pérdida terrible. Fue un gran hombre, al que admiraba y respetaba y que tuvo una gran influencia en mi como músico. Le echo mucho de menos, la verdad.

www.deadmoonusa.com/

Texto: Roger Estrada
Publicado en Ruta 66 (noviembre 2006)

4 comentarios

  1. Los adoro tengo 26 años y una banda que esta muy influenciada por ellos, gracias por la buena música y la esencia Dead Moon saludes desde Colombia!

    • Hola Cris, Dead Moon son tan especiales, un torrente emocional que causa impacto. De los mejores conciertos que he visto en mi vida.

      Gracias x leerme y x tu comentario.

  2. Gran banda. Los empecé a escuchar en secundaria y hasta el dia de hoy me encantan. Lamentablemente he llegado tarde a comentar en el blog, pero si te interesa conocer a mi banda (por supuesto no tan buena como los Dead Moon, pero si más bizarra y desprolija) te invito a pasarte por mi blog

    https://laescaleramecanica.wordpress.com/

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s