Auténtico corredor de fondo del underground yanqui, el actor secundario Alex Cuervo simultanea bandas con asombrosa voracidad, militando en dos o tres a la vez por pura necesidad física y psíquica. Escudero de Mick Collins en dos infravalorados combos como fueron Blacktop (junto a Darin Lin Wood, de Fireworks y ’68 Comeback) y King Sound Quartet (junto al enorme Tim Kerr), Cuervo encara su día a día sabiéndose afortunado por haber podido aprender de semejantes “padrinos” las lecciones básicas para mantener viva la llama de su pasión por el rock: trabajar duro, no rendirse nunca y mantenerse fiel a sus principios. Al no haber disfrutado nunca de un reconocimiento popular más allá del fervor de aquellos que siguen lo que se cuece en la segunda división (mediática, se entiende), podría pensarse que lo ha tenido fácil a la hora de seguir con su carrera ajeno a miradas, presiones y críticas. Pero hay que tener valor y huevos para seguir chupando kilómetros en furgoneta, tocando por cuatro perras y ante el mismo número de gente (incluso quizás menos ahora) cuando uno lleva casi veinte años dándole al raca-raca. Sin embargo, no hay atisbo de queja, todo lo contrario: a Cuervo no le para ni Dios. Larry Hardy, de In The Red y responsable de que los discos de Blacktop y King Sound Quartet vieran la luz, siguió apoyándole cuando decidió volar solo, al frente de Feast of Snakes (con James Arthur, ex Fireworks, “The Get-Down Imperative”, 1997) y The Now Time Delegation (junto a Kerr y la imponente Lisa Kekaula; “Watch For Today”, 2001). Cuervo reside actualmente en Austin junto a su novia Alyse Mervosh, que la acompaña en sus últimas aventuras: This Damn Town, The Brotherhood of Electricity y The Hex Dispensers. Podéis repasar su extensa discografía en www.alexcuervo.net.
Hace un tiempo leí acerca de la posibilidad de un reencuentro con James para grabar nuevo material de Feast Of Snakes, ¿sigue en pie?
Hablamos de ello de vez en cuando, pero el problema es que ambos estamos muy ocupados con mil proyectos. Creo que algún día un nuevo disco de FoS verá la luz, pero no es algo que vaya a suceder pronto.
Lo que he podido escuchar de This Damn Town y The Brotherhood Of Electricity me ha dejado anonadado. ¿cuéntame cómo andan ambos proyectos a día de hoy?
Me alegra saber que te han gustado, gracias. This Damn Town ha sido mi principal ocupación durante estos últimos dos años, pero vamos a tomarnos un largo descanso para que cada uno pueda probar nuevas cosas que tiene aparcadas por allí desde hace tiempo. Alyse, Tom y yo acabamos de arrancar un nuevo proyecto, The Hex Dispensers, bastante diferente a TDT. Todavía tienen que salir algunos 7” de TDT en sellos como Solid Sexy Lovie Doll, Perepetrator y Hook or Crook. The Brotherhood of Electricity es un grupo paralelo de vida limitada, ya que Dave Bessenhoffer vive en Seattle y Alyse y yo en Austin. Ya veremos si logramos sacar adelante más material nuevo o montar una gira con Manikin, el otro grupo de Alyse.
Cuando la atención mediática que acarrea el SXSW desaparece y la ciudad vuelve a la calma, ¿cómo se vive en Austin? ¿Qué tal la vidilla musical allí?
Austin es genial. El SXSW es divertido y excitante, claro, pero hay un montón de conciertos programados a lo largo del año para que esto no decaiga, en garitos geniales como Beerland y Emo’s y donde suelen actuar bandas locales cojonudas. Y también tenemos tiendas de discos como Sound On Sound, End of an Ear y Snake Eyes Vinyl donde puedes comprar discos, ver exposiciones y disfrutar de conciertos de vez en cuando.
¿De dónde sacas la energía para encadenar y simultanear proyectos? Parece que no sepas / puedas vivir sin estar tocando y componiendo.
Ahora que lo dices… (risas). Sí, efectivamente, llevo siete u ocho años de actividad non-stop, pero no recuerdo con agrado la época en la que apenas tocaba, así que ahora que tengo la oportunidad y conozco a un montón de gente creativa y con talento con la que me gusta compartir mi pasión por la música, no la dejo escapar y les lío para hacer algo juntos.
¿Cómo te sentiste cuando Darin y Mick te propusieron que te unieras a Blacktop?
Halagado y excitado, ¿quién no lo estaría?
¿Eras fan de los Gories?
¡Por supuesto!
¿Cómo fue trabajar con ellos?
El proceso de escribir las canciones y ensayarlas fue muy divertido, más allá de las diferencias personales existentes. Me encantaba ver cómo una idea que yo aportaba en un día de ensayo crecía hasta transformarse en algo nuevo y fascinante cuando ellos dos lo agarraban con su genialidad. Aprendí más en ese breve periodo de tiempo que pasé con ellos que en los ocho años anteriores que llevaba haciendo ruido en otros grupos.
¿Sentías que por la tensión existente, Blacktop era un grupo a punto de estallar, de vida previsiblemente corta?
Siempre hubo cierto nivel de tensión inherente al grupo, al día a día, a nuestra manera de crear y comunicarnos, y eso al mismo tiempo benefició y destruyó al grupo. Yo realmente pensaba que seríamos capaces de superar la parte negativa y salir indemnes, pero es evidente que me equivoqué. Desgraciadamente, la ruptura fue muy desagradable, algo para olvidar, la verdad.
¿Cuán importante fue para Mick y para ti conocer a Tim Kerr?
Al principio era como si fuéramos unos críos con zapatos nuevos, muy emocionados, con ganas de hacer cosas y Mick y Tim estaban llenos de energía. Aquello se iría diluyendo con el tiempo, pero la primera época fue muy excitante. Para mí, trabajar con Tim fue tremendamente influyente, ha sido una inspiración a nivel musical y artístico mucho mayor que nadie con quien haya trabajado. He aprendido mucho de Mick e incluso de Darin, pero Tim ha sido quien me ha llevado a explorar nuevos aspectos en lo que a grabar e interpretar se refiere, por no hablar de su influencia a nivel “filosófico” y de la estrecha amistad que nos une.
Te reencontraste con Tim en Now Time Delegation, ¿cómo recuerdas la primera vez que oíste cantar a Lisa Kekaula?
Tiene una voz increíble, casi me ahogo de la emoción cuando la oí cantar una de las canciones que yo había escrito. Estoy muy orgulloso del disco que grabamos juntos; la gestación del grupo fue algo complicada, pero el resultado final mereció la pena y superó mis expectativas.
Háblame de tu relación de otros hombres importantes en tu mundo, dos figuras “legendarias” como Larry Hardy y Dave Crider (capo de Estrus; al frente de DT’s).
“Los hombres en el mundo de Cuervo”, suena a novela rosa gay (risas). He trabajado mucho más con Larry, pero ambos son realmente “cool”. Me cuesta verles como legendarios ya que he tenido una relación estrecha con ellos, pero sé de la influencia de su trabajo, de cómo muchas bandas y muchos sellos se han fijado en su manera de desenvolverse en este negocio. Tengo que reconocer que es raro pensar en ellos en una misma pregunta, ya que sus personalidades son radicalmente distintas, pero son un referente claro para mí y para muchos de los que nos dedicamos a esto.
Hace un tiempo descubrí el tremendo disco de The Gospel Swingers, que grabaste con Steve y Kari de Now Time Delegation. Háblame un poco de esa aventura…
Durante el tiempo que estuve en NTD y FoS, The Gospel Swingers fue mi proyecto principal, la banda duró unos cinco años y lo dejamos porque a nadie parecía interesarle el disco que grabamos con Tim, y eso que lo mandé a un montón de sellos. Al cabo de un tiempo, en Lonestar se enteraron del asunto, me llamaron y por fin pude ver editado un trabajo en el que habíamos invertido mucho tiempo y dinero. Me siento más tranquilo, y orgulloso.
Con tus nuevos proyectos, puede que tu papel como compositor vaya a tener más relieve a nivel mediático que cuando estabas “a la sombra” de otros cerebros más populares como Mick o Tim, ¿lo ves así?
No sé, nunca me sentí a la sombra de ellos, más bien afortunado de poder tocar con quien lo hice y espero seguir haciendo buena música por mi cuenta con lo que aprendí de ellos.
Touché, chapeau. ¿Qué pasó con esas grabaciones que hicisteis con Mick, Steve Adkins (Now Tiem Delegation, Gospel Swingers) y Matt Verta-Ray (Speedball Baby y Heavy Trash)?
Supongo que debe haber una buena razón por la que ninguna de esas canciones haya visto la luz. Hace un tiempo hallé un cassette con un par de ellas y de veras que comprendo que nadie se anime a editar eso, los que las oyeron quedaron bastante confundidos. Había cosas decentes, pero nada cercano a lo que la gente se espera de un grupo de músicos como el que formábamos.
Última pregunta. ¿Qué tal fue tocar en el festival Blackout ? Poder ver la reunión de Oblivians debió ser la hostia, ¿no?
Fue en años distintos, pero es una cita ineludible. Toqué con FoS hace un par de ediciones y lo pasamos en grande. Este año ha sido tremendo, quizá el mejor. Por fin pude ver en directo a Cococoma, Angry Angles y King Khan and BBQ, y en general el nivel de las bandas que actuaron fue muy alto y el ambiente genial. El show de Oblivians fue jodidamente acojonante, pero casi todos ya esperábamos eso de ellos.
Texto: Roger Estrada
Publicado en Ruta 66